Masa de bizcocho para aprox. 8 unidades:
150 g de cobertura de chocolate negro
1 sobre de relleno de semillas de amapola
100 g de harina de trigo
1 cucharadita rasa de levadura en polvo
50 g de mantequilla blanda o margarina
25 g de azúcar
3 huevos
4 gotas de aroma de almendra amarga
1 pizca de sal
Masa de crumble:
50 g de harina de trigo
30 g de azúcar
30 g de mantequilla blanda o margarina
1 pizca de sal
Requiere un poco de práctica
1. Llevar la leche con la mantequilla o la margarina y la sal a ebullición en un cazo. Retirar el cazo de fuego. Mezclar la harina con las semillas de amapola y añadir la mezcla al líquido caliente de una vez. Remover la mezcla con una cuchara de palo hasta obtener una bola de masa homogénea a continuación, calentar durante aprox. 1 minuto sin dejar de remover y verter en un cuenco.
2. Incorporar 2 huevos, uno tras otro, a la masa con una batidora con ganchos de amasar
a máxima potencia. Batir el último huevo y añadir solo la cantidad necesaria a la masa
hasta que se vuelva brillante y quede colgando de una cuchara formando picos. Mezclar la levadura en polvo a la masa una vez se haya enfriado.
3. Con ayuda de 2 cucharitas, colocar bolitas de masa del tamaño de una avellana sobre la bandeja de horno.
4. Introducir la bandeja en el horno precalentado (calor arriba y abajo: 200 °C, aire caliente: 180 °C).
No abrir la puerta del horno durante los primeros 15 minutos
para que las pastas no se hundan. Las bolitas estarán listas al cabo de aprox. 20
minutos.
5. Dejar enfriar sobre una rejilla.
6. Para el relleno, montar nata con mezcla para postre de quark y verter en una manga pastelera con boquilla redonda (Ø 5 mm). Echar el relleno en las bolitas con la boquilla.
Si se desea, espolvorear azúcar glas por encima antes de servir.